En el 2014 la Fundación lanza el «Proyecto EXEQUO» (en latín, “yo acompaño”) con el fin de mejorar la defensa y el acceso a sus derechos de las personas sin hogar .Un año más tarde la Fundación lleva a cabo una segunda edición del proyecto centrada en analizar la situación de las mujeres víctimas de violencia machista. 

En ambas ediciones se publican varias guías prácticas para la asistencia jurídica integral a cada uno de estos grupos de población.

La Fundación dedica parte de su trabajo a la investigación para generar conocimiento jurídico sobre el papel de la abogacía en materia de sostenibilidad empresarial y los derechos humanos.

Se publica el primer libro en castellano sobre «el papel de la abogacía en la implementación de los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos» y se organiza el primer congreso internacional sobre esta materia dirigido al sector legal de nuestro país.

Además este libro es premiado como la mejor monografía del año en el Memorial Degà Roda i Ventura del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona en 2016.

En el ámbito universitario destaca la creación, junto a la Universidad Internacional de La Rioja, de la primera clínica jurídica virtual de España.

La Fundación se acerca a realidades como las de las personas refugiadas, las víctimas de trata de seres humanos (de la mano de Porticus) o la infancia más vulnerable. Crea nuevas colaboraciones estratégicas con entidades sociales que le permiten abordar, de manera más integral, el respeto y salvaguarda de los derechos más básicos y fundamentales, tanto de estos nuevos colectivos con los que empieza a trabajar como otros con los que ya trabajaba. Publica trabajos relevantes sobre ello, por ejemplo, la Guía práctica de asistencia jurídica en centros de internamiento de extranjeros, en el año 2018.

En este periodo la Fundación dedica grandes esfuerzos a la labor de divulgación y sensibilización que siempre la ha caracterizado. Se centra en impulsar, tanto a nivel nacional como internacional (especialmente en la IBA) el concepto de «abogacía responsable» y el importante papel de los juristas en el avance del rule of law, la sostenibilidad y la justicia social.

La Fundación continúa expandiendo su actividad en facultades de derecho, tanto con formaciones complementarias en los grados en derecho, másteres de acceso a la abogacía y másteres de Derechos Humanos como por medio de las clínicas jurídicas.

En el 2019 la Fundación pone en marcha una experiencia disruptiva en el sector jurídico y social bajo el título de “Tokens Pombo”. Mediante una compleja estructura legal, la creación de un token específico y la tecnología blockchain, consigue involucrar a un gran número de personas, empresas y fundaciones para llevar cabo proyectos centrados en cubrir las necesidades legales de tres colectivos específicos: mujeres mayores y adolescentes en situación de violencia de género, víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, y niños y jóvenes con problemas de salud y exclusión social, con una total trazabilidad y transparencia.

Con la llegada de la pandemia provocada por la COVID-19, la Fundación reorienta su actividad hacia un asesoramiento de emergencia de máxima utilidad para quienes, por sus circunstancias de vulnerabilidad, han de afrontar más dificultades.

Gracias a la extraordinaria respuesta de los abogados pro bono de Gómez-Acebo & Pombo y el ágil y eficaz trabajo en red con entidades sociales, se preparan más de quince guías prácticas y otros análisis jurídicos (como un estudio comparado sobre la protección legal de las personas sin hogar durante la pandemia) para ayudar a estas y a las personas más vulnerables a comprender mejor sus derechos y las ayudas urgentes aprobadas durante esos meses

En el contexto de la pandemia, en el que la prioridad pasa a ser el apoyo pro bono a aquellos grupos de población que están sufriendo los efectos de la pandemia, la Fundación es capáz de redoblar esfuerzos para no cesar su labor de concienciación sobre la importancia que tiene la abogacía en el fortalecimiento del Estado de derecho.

Por primera vez miembros de la Fundación son ponentes en un acto de Naciones Unidas sobre rule of law y se continúa participando en citas destacadas para la abogacía internacional, como la IBA (co-organizando el Rule of Law Symposium, entre otras sesiones) o PILnet.

Todo ello sin abandonar su trabajo con las clínicas jurídicas de universidades, que aumentan considerablemente durante este periodo.

Una vez superada lo peor de la crisis sanitaria, la Fundación sigue ampliando el alcance de sus proyectos, esta vez, poniendo el foco en nuevos asuntos de gran relevancia social, como son la dignidad de las personas mayores o la violencia machista por medios digitales.

En noviembre de 2021, presentamos nuestras guías de violencia de género digital, recibiendo el reconocimiento a mejor proyecto en la categoría «Local Pro Bono Impact» de los PILnet Global Awards que anualmente otorga PILnet —Public Interest Law Network—. 

En julio de 2022, se presentan los primeros resultados de nuestro proyecto “Envejecer con derechos: que la edad no sea un límite”, en el que se trabaja junto a la Fundación Grandes Amigos y la Clínica Legal de la Universidad de Alcalá. La Fundación Mutualidad de la Abogacía premiará este proyecto en 2023 por su contribución a una longevidad digna.

Todo ello, sin dejar de avanzar en otros frentes en los que también se consiguen importantes resultados, como son las guías y recomendaciones jurídicas publicadas en el marco de los proyectos “Rights for Change”, “Subsistiendo en habitaciones” o “Segunda Oportunidad”.

Sin olvidar, por supuesto, el esfuerzo llevado a cabo por la Fundación con las necesidades legales en situaciones de emergencia como en el caso de las personas desplazadas por la guerra en Ucrania.

La exigencias en el reporte de información no financiera o de diligencia debida en materia de sostenibilidad y derechos humanos por parte del mundo de los negocios, se van abriendo paso en la arquitectura jurídica internacional, especialmente en la europea.

Para la Fundación es a la vez un reto y una oportunidad. Se empieza a tangibilizar la normativa con todo aquello que la Fundación analiza desde hace años y que implica responsabilidad empresarial, y también de la abogacía, respecto al desarrollo sostenible y los derechos humanos. Siendo fundamental seguir divulgando, formando y concienciando a la profesión legal de su importante papel en la implantación y consolidación de estas cuestiones.